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Ntra. Sra. del Tepeyac: amorosa Madre de los Mexicanos (aun los que estan fuera)

Ntra. Sra. del Tepeyac: amorosa Madre de los Mexicanos (aun los que estan fuera)

Nosotros, los descendientes de Juan Diego, tenemos el privilegio UNICO en el planeta tierra, de haber sido escogidos para tener por MADRE VISIBLE, a la Madre del Redentor…

Algunos Milagros que la Virgen Maria de Guadalupe, nos ha favorecido, para demostrarnos su amor y cuidado hacia cada uno de nosotros, son:

1. El milagro del sobrino de Juan Diego (1531)
Poco después de las apariciones, el tío de Juan Diego, Juan Bernardino, estaba gravemente enfermo y a punto de morir. La Virgen se le apareció a él también en su choza y lo curó instantáneamente. Le dijo que se llamara “Santa María de Guadalupe” y le pidió que le dijera a Juan Diego que ya estaba sano. Este es considerado el primer milagro documentado relacionado directamente con las apariciones.

2. La curación del hombre flechado (finales del siglo XVI)
Un indígena fue herido mortalmente con una flecha en el pecho durante una pelea. Sus compañeros lo llevaron moribundo ante la imagen de la Virgen en el Tepeyac. Al colocarlo frente al ayate de Juan Diego, la flecha salió sola de la herida y el hombre se levantó completamente sano. Este milagro fue investigado por las autoridades eclesiásticas de la época.

3. El milagro de la pandemia de 1737 (el “matlazáhuatl”)
La Ciudad de México sufría una terrible epidemia de tifus que mataba a miles. El Cabildo de la ciudad hizo un voto solemne: si la Virgen detenía la peste, sería declarada Patrona de la Ciudad. La epidemia cesó de manera inexplicable días después. En 1737 la proclamaron oficialmente Patrona de la Nueva España, y en 1746 la declararon Patrona de toda la Ciudad de México.

4. El milagro de las bombas sin estallar (1921)
Durante la persecución religiosa, un anticlerical puso una ofrenda floral en el altar de la Basílica Vieja con una potente bomba escondida. La bomba estalló, destrozó un crucifijo de bronce que se dobló como alambre, rompió mármoles y vidrios… pero el ayate y el cristal que lo protege quedaron intactos, sin una sola marca. Miles vieron ese día el milagro y se considera una de las intervenciones más impresionantes del siglo XX.

5. Los ojos de la Virgen (estudios científicos del siglo XX)
Al examinar los ojos de la imagen con oftalmoscopios y tecnología moderna (estudios de 1951, 1979 y posteriores), varios científicos (incluidos no católicos) han reportado fenómenos inexplicables: reflejos de personas en los ojos (como el efecto Purkinje-Sanson que solo ocurre en ojos vivos), triple reflejo, y figuras que coinciden con los testigos que, según la tradición, estaban presentes en el momento de la aparición (Juan Diego, el obispo Zumárraga, el intérprete, etc.).

¿Por qué los católicos mexicanos acuden a su auxilio con tanta devoción?

Porque la Virgen de Guadalupe no es solo una imagen: para los mexicanos es **la Madre que eligió ser morena, hablar en náhuatl y aparecerse a un indígena pobre** en 1531, en pleno trauma de la Conquista.

– Se presentó como “la Perfecta Siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios” pero también como **“tu Madre”** de Juan Diego y, por extensión, de todos los mexicanos.
– Su imagen reúne símbolos prehispánicos y cristianos: el manto azul con estrellas, los rayos solares, la luna bajo sus pies, el broche con cruz, la flor de cuatro pétalos (nahui ollin, símbolo azteca del centro del universo y de la presencia de Dios). Es decir, **Dios se hizo mexicano** a través de ella.
– En momentos de dolor colectivo (Conquista, Independencia, Revolución, Cristeros, terremotos, pandemias) los mexicanos han sentido que **ella nunca los abandona**. Es la Madre que entiende el sufrimiento del mestizo, del pobre, del que no tiene voz.

Por eso millones van a su casa del Tepeyac cada 12 de diciembre (y todo el año): porque sienten que **allí tienen una Madre que los mira con ojos de misericordia, que los comprende y que intercede con poder ante su Hijo**. Como dice el canto tradicional:

“Desde el cielo una hermosa mañana…
la Guadalupana bajó al Tepeyac.”

Y desde entonces, México sabe que no está huérfano.

¡Que la Virgen de Guadalupe te bendiga abundantemente este 12 de diciembre y siempre!

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